La aventura


La aventura de Antonioni dura dos horas y media. Los planos, el blanco y negro, las mujeres, son impecables. No hay un sólo plano de las protagonistas que no rezume sensualidad, que no me corte la respiración. El comportamiento que guía a los personajes, sin embargo, lo que me corta es el entendimiento. La desaparición de la mujer que lo inicia todo, y en la que parecía centrarse la trama, se convierte en un pretexto. Empieza entonces la relación tan fogosa como precipitada, hiperbólica, terriblemente italiana, casi latinoamericana. Los dos personajes se aman, no se sabe por qué, no se sabe cómo ha sido. Se aman. Cada plano, diálogo, está repleto de una cuidada estética, de una estudiada pose, de una pompa elitista, de un fino gusto por el arte, pero no suma. La belleza queda en ellos, queda en Monica Vitti, queda en Lea Massari, pero no así el significado, el sentido. ¿Qué coño ha pasado durante estas dos horas y media? ¿Qué cojones les pasa a estos pijeras superficiales? La aventura es un bello poema vacío que nos recuerda que los ricos también lloran.

2 comentarios

Coca dijo...

La aventura es una peli de unos que van a una isla y de repente y no se sabe como se pierde una chica?

Jaja, vi la mitad en un local de Barcelona, hasta arriba de gintonics... No entendí un carajo.

aningunsitioperoquesealejos dijo...

Es esa. Preciosa estéticamente, pero muy incongruente. No entendí qué movía a los personajes.