El antropólogo inocente


No he leído a Bill Bryson pero creo que, de acuerdo a lo que me han dicho quienes lo adoran, Nigel Barley gustará a sus seguidores. Barley se propuso mostrarle al mundo lo poco bonito y heroico que es el trabajo de antropólogo, y lo hace durante la crónica de su estudio de campo con los dowayos, en Camerún. La caótica e infortunada estancia está llena de anécdotas descrita con la más divertida de las ironías inglesas.

El libro tiene su continuación en el segundo viaje de Barley a tierras dowayas, descrito en Una plaga de orugas.

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