Kote, restaurante japonés de okonomiyaki y yakisoba en Sabadell

Sant Antoni 25, Sabadell

LOCAL

Llevábamos tiempo esperando la apertura del restaurante japonés Kote en el centro de Sabadell, tanto que el día de la inauguración (24 de abril de 2014) nos llevamos un chasco porque estaba todo reservado, parece que para amigos y críticos. Al día siguiente lo intentamos con igual resultado. Por suerte, el refranero popular se hizo un hueco: a la tercera (previa reserva telefónica) va la vencida.

Se accede por una rampa junto a un aparador donde han colocado una reluciente máquina de hacer pasta yakisoba, un detalle curioso que puede llegar a ser la marca de la casa y un reclamo para los curiosos. El local tiene una entrada no muy amplia pero tiene al final una zona más grande con mesas para grupos (seis, ocho personas).

Pese al reducido espacio, está muy bien aprovechado, pues uno no debe temer ni choques con los camareros ni clientes que te pasen la bragueta por la cara. La decoración está dentro de la tónica actual, minimalista pero de buen gusto, con mucha utilización de maderas. Con los detalles justo, la reforma a cargo de nou3 deja claro que estamos en un japonés muy bien pensado.

Casi lo olvidaba. El aparato que podría llegar a robarle el testigo a la máquina de yakisoba como estandarte del local se encuentra, paradójicamente, en los aseos: un retrete made in Japan, con su tapa de temperatura regulable, sus chorritos para limpiarse,... Cabe decir que, pese a la gente que éramos, estaba impecable. Luego, sobre su utilización, diremos que se necesita práctica para acertar.

Máquina de hace pasta yakisoba

COMIDA

Lo primero que le traen a uno para pedir es una carta inmensa, una especie de floripondio de plástico con la lista de platos en un lado y la caricatura de un enorme y orondo gato de la suerte detrás. Aquí no transijo. Era muy incómoda de leer. Compartida entre los dos, ocupaba todo el lateral de la mesa. Yo creo que con una máquina de hacer fideos y un váter inteligente hay suficiente para ser originales.

Hay tapas japonesas, platos a la plancha y gran variedad de yakisoba y okonomiyaki. El yakisoba son tallarines soba de harina de trigo (y no de arroz) a la parrilla (焼き, yaki), más gruesos que los fideos chinos. Se han atrevido, incluso, con la cocina-fusión y han realizado dos platos de fideos con butifarra (creando el neologismo yakisobadell) y con chorizo.

El okonomiyaki es una especie de tortilla o panqueque grueso hecho con harina, huevo, agua y ñame (un tubérculo); el resto de ingredientes son al gusto del cliente: carne, calamar, cebolleta, kimchi (col china picante),... Entre los diferentes tipos de okonomiyaki, tienen los dos más reconocidos de Osaka e Hiroshima.

La tortilla va cubierta con sus salsas típicas: la llamada "salsa de okomiyaki", parecida a la salsa Worceshire (Lea&Perrins) y mayonesa japonesa, hecha con vinagre de manzana o arroz, más ligera que la occidental. También lleva trazas de bonito seco y virutas de aonori (alga azul nori), también ingredientes bandera de la cocina nipona.

Debo decir que yo había probado el okonomiyaki con anterioridad y no me había gustado. Las salsas se me habían hecho muy pesadas. La noche que fui, en cambio, compartí dos y no dejé ni la sombra. Me encantó. Me dio un poco de rabia haber elegido el de butatama (panceta y huevo) cuando debería haber ido directamente a por la especialidad de Osaka. Mi pareja se pidió la de Hiroshima y dio en el clavo.

La versión de Hiroshima lleva dentro yakisoba. Si uno lo piensa, panqueque de fideos, le resultará raro o hasta pensará que esa combinación no puede dar nada bueno. ¡Error! Está de muerte. Lo más complicado fue partir el panqueque con las espátulas típicas, llamadas kote, que le dan nombre al local. El resto es coger los palillos y zampar.

Probamos también unas patas de calamar a la plancha con mantequilla muy sabrosas. Aunque si se quieren pedir tapas para dos personas, mejor pedir sólo un okonomiyake para compartir. Si se piden dos, uno queda bien servido sin necesidad de platos extra. De los postres, recomendamos el flan de sésamo negro, que es exquisito. Por 9€ hay una degustación con varios postres tan originales como deliciosos.

BEBIDA

Además de los refrescos y el agua (Veri en botella de cristal, y no la maldita Aquabona en botella cutre de plástico de 33cl), en el apartado alcohólico destacan varios tipos de sake servidos en un recipiente de madera de roble, como es tradicional. Por supuesto, tienen las mundialmente conocidas cervezas Asahi y Kirin, además de vino.

SERVICIO Y PRECIOS

Nos atendió un señor japonés que, creemos, según hemos leído, es el padre de uno de los cocineros que lleva el Kote. Al hombre no le es nuevo este tinglado, pues él mismo tiene una cadena de establecimientos de okonomiyaki y ramen en su país. Fue bastante divertido, muy simpático, aunque al final acabó atendiéndonos todo el mundo.

En la plancha, situada detrás de la barra, hay cuatro personas. Atendiendo, creo recordar que también cuatro. No se retrasaron en servirnos y el trato siempre fue correcto. La cena salió por 45€ justos. Los okonomiyakis cuestan en torno a 10-12€; la tapa de calamar, 6,50€; el plato de degustación de postres sale por 9€; las cervezas y los chupitos de sake son a 3€ y el agua a 2€.

Salimos muy satisfechos y con ganas de volver.


Web de Kote: kote.cat
Abierto de miércoles a lunes. Martes, cerrado.
Teléfono de reserva: 93.143.53.50
Otra amplia reseña con gran cantidad de fotografías: http://www.comerjapones.com/kote-okonomiyaki-yakisoba-sabadell

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