Guardianes de la galaxia


En corto:

Peliculón de aventuras entretenido y divertido con grandes efectos especiales. Ver en V.O.

En largo:

Chris Pratt me encanta. Me parto el pecho con Andy, el personaje vago e infantil que interpreta en la serie Parks and recreation, esa versión de The Office transportada al departamento de parques y jardines del ayuntamiento de una pequeña ciudad llamada Pawnee.

Su voz de colega tirado, que modula con mucha ironía, encaja perfectamente con el carácter de Star-Lord, un ladrón espacial de poca monta que no puede desprenderse de un triste recuerdo infantil materializado en un walkman con éxitos de los 80 que guarda como oro en paño.

Verlo en el tráiler español, con doblaje neutro y voz de machote, fue una destrempada enorme. Por suerte, en Barcelona, en el multisalas Yelmo Icaria, se puede disfrutar en versión original. Evité el 3D porque hubiera sido un infierno leer los subtítulos. Además, el 3D no es original sino que ha sido añadido después.

Pese a algunas críticas muy negativas, la considero un peliculón dentro de su género. Estas reseñas la tachan de previsible y manida. A mí me han sorprendido muchas bromas que no me esperaba. Supera en mucho a las actuales "comedias" de caca-culo-pedo-pis. La sala entera reía.

Y es que tienes ahí a Batista, ese mulo del pressing catch actual, cuyas dotes actorales no dan para mucho pero que lo metes en la piel de un extraterrestre sediento de venganza con síndrome de Asperger y encaja como un pastel en su molde. Sus problemas para entender la ironía son divertidos e inesperados.

Y es que la suerte de Guardianes de la galaxia es que no tiene que lidiar con vacas sagradas como Spiderman o Lobezno. Puede hacer lo que le venga en gana, además de no tener que contarnos por enésima vez cómo le pico la puñetera araña o murieron sus padres en un callejón.

Aunque conservan el nombre de un grupo heroico de finales de los 60, Marvel relanzó la serie con miembros totalmente distintos en 2008. Se puede decir, y no creo alejarme mucho de la realidad, que los resucitaron para hacer la peli, una jugada de márketing que les ha salido redonda.

El CGI es una delicia, no sólo por espectacular sino por imaginativo: bellos cielos espaciales, caracterización original de todas las criaturas que aparecen, diseños variados de naves y artilugios varios,... todo encaja, todo conforma un universo con entidad propia.

Tuve dudas antes de verla porque pensaba que me defraudaría tal y como últimamente suele suceder. Todo lo contrario. Me he reído más de lo que esperaba y he disfrutado como un niño con las aventuras de Peter Quill y compañía. Una película para verla en familia y pasárselo teta.

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