Magia a la luz de la luna


Woody Allen vuelve a centrar el objetivo de la cámara sobre la clase alta en esta comedia romántica ambientada en el sur de Francia de los años 20. Al igual que las anteriores, nos regala una postal vacacional preciosa con la diferencia de que, además, nos obsequia con unos diálogos más divertidos de los que nos tiene acostumbrados últimamente.

Magia a la luz de la luna no se comparará en carcajadas a ninguno de sus primeros trabajos pero sí que se hace más amena que otras como Vicky Cristina Barcelona o Midnight in Paris. También es más redonda. Con los últimos trabajos del cineasta neoyorquinos me queda la incómoda sensación de estar probando un plato que han sacado antes de tiempo del horno.

Recuerdo sobre todo las historias de A Roma con amor, donde muy buenas ideas caen en saco roto, como el relato de Roberto Benigni que no remata a nadie más que a sí mismo, desinflándose de modo desalentador. Aquí todo queda bastante ligado aunque sí que es cierto que el final parece ir un poco a la deriva antes de caer el telón.

Colin Firth borda de manera soberbia a Stanley Crawford1, un ilusionista británico que recibirá el encargo de desenmascarar a una supuesta médium yanqui llamada Sophie Baker e interpretada por Emma Stone. Stanley no sólo es extremadamente racional sino que es un pedante y un impertinente de cuidado, la última persona que quisieras tener al lado en una cena.

Lo bueno de Stanley es que es muy divertido sin ser Woody Allen. Allen puede ser neurótico o molesto pero no es un imbécil recalcitrante. Stanley tiene que abrir la boca, mostrarse superior al resto. No balbucea, no agita nerviosamente las manos. Se mantiene estirado, con la barbilla bien alta. Sus diálogos con el resto de personajes son bastante entretenidos.

Cabe decir que la vi doblada al catalán y que, sin duda, es conveniente disfrutarla en inglés. El doblaje en catalán, más allá de la molesta y mal actuada voz que le ponen a Emma Stone, es bueno y transmite la flema y la ironía británica. Pero se nota que nos perdemos los saltos entre el inglés británico y el estadounidense. Los arreglos de traducción para mantenerlos chirrían.

Allen no es original y aborda por enésima vez la irracionalidad de la atracción romántica, mal llamada amor. Sin embargo, también reflexiona sobre la necesidad humana de buscar explicación más allá de lo demostrable. La fe o la superstición están ahí para no dejar desamparado al sujeto ante un temible universo objetivo e indiferente.

Con Magia a la luz de la luna, el casi octogenario director consigue entretener sin ser superficial. No hará únicamente las delicias de los aficionados al vintage, a la luz nostálgica de épocas pasadas. Tampoco devuelve al que, seamos realistas, no volverá pero es un trabajo digno en una cartelera que rezuma sustancias cada vez más tóxicas y degradantes.

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1 Mi pareja me ha apuntado lo que para muchos será evidente pero que yo he pasado por alto. Stanley Crawford está inspirado en Houdini.

2 comentarios

el convincente gon dijo...

Creo que la tuya es la crítica más positiva que he leído hasta ahora de esa peli. Vas a la contra.

Con Allen es difícil hacerse una idea de si tiene buen año o no porque:

1. Muchos críticos ponen bien sistemáticamente cualquier peli que estrene Allen (aunque luego, al cabo de un año, empiecen a decir que en realidad la peli no era para tanto).

2. Mucha gente va a ver cualquier peli que estrene Allen y después se limitan a decir que, bueno, está bien, otra comedia más de Allen. Como si no hubiese diferencia, por ejemplo, entre 'Scoop' y 'Si la cosa funciona'.

3. Algunas películas de Allen tienen más éxito de taquilla que otras. Uno podría pensar que esas son las mejores pero en realidad luego se encuentra cosas más bien flojuchas, como 'Midnight in Paris'.

A ti, de momento, te voy a dar el beneficio de la duda: si surge la ocasión, no me negaré a ver la peli ;D

aningunsitioperoquesealejos dijo...

Sí, supongo que las películas de Allen son como los tebeos de Mortadelo o Superlópez, que la gente sigue gastándose el dinero aunque estén a años-luz de lo que fueron.

Igualmente, aunque me haya explayado, no quiero decir más de lo que hay. Es una peli entretenida y que, para mí, toca puntos interesantes sin profundizar demasiado.

Con lo de que no es "superficial" quería decir que toca esos puntos, pero no vas a encontrarte una honda reflexión sobre la inseguridad de la existencia humana.

Si te la encuentras, bien, pero tampoco hace falta ir a buscarla. En la letra pequeña del blog se apunta que "No se admiten devoluciones". XD