Dos películas de Roberto Andò con Toni Servillo: Le confessioni y Viva la libertà


Viva la libertà fue la primera que vi, y juraría que ambas las he visto en italiano, aunque dudo con esta. La elegí atraído por el actor y por el tráiler.

A Toni Servillo, como tantos, lo conocí con La gran belleza. La película de Sorrentino me encandiló, me llevo al éxtasis estético. Sin embargo, tras ver la infumable Un lugar donde quedarse (This must be the place), quedé tan decepcionado con el director que traspasé todas mis esperanzas de repetir orgasmo al actor italiano.

El planteamiento de la historia mostrado en el tráiler me pareció interesante: dos hermanos gemelos, uno político y el otro filósofo, se intercambian. ¿Qué puede suceder? Siendo europea, no me esperaba una comedia de caca-culo-pedo-pis, pero tampoco la bajona que me supuso. Risas pocas y crítica... la crítica, como en la siguiente, es pura metáfora, vacío existencial... y argumental.



Como el ser humano es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra, fui de cabeza a estrellarme contra este peñazo. En Le confessioni diferentes economistas (los "más importantes" apunta la sinopsis) se reúnen durante el G-8 en Alemania. En esa reunión hay un monje, interpretado por Servillo, a quien el presidente del FMI lo ha invitado para confesarse. (??!!)

Las dos películas buscarán plantear preguntas acerca de la ética del poder pero lo cierto es que lo hacen desde una perspectiva tan lírica y fatua que lo mismo da limpiarse con un análisis político que con un poema: ambos van a quedar machados de lo mismo. Servillo, con su tremenda voz, borda el tono poético y grave, pero cuando el contexto es tan forzado, tan irreal, queda ridículo y presuntuoso.

Al final, después de tanta impostada profundidad nos encontramos con un charco donde, como mucho, se te quedan los pies fríos. El océano de reflexión se drena en una palangana de boludeces. Exactamente igual que me sucedió con Un lugar donde quedarse, donde un Sean Penn disfrazado de Robert Smith no hace más que tomarnos el pelo.

Decepcionantes, ambas. No las recomiendo. A no ser que quieras vengarte de alguien. Entonces sí. Busca un cine donde hagan una maratón con ambas y, cuando esté dentro, atrancas la puerta para que no pueda salir. Y que se joda.

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